La escena comienza con una impresionante chica patinadora arrodillada en el suelo, con su cabello largo colgando por su espalda. Su oponente, un hombre bien dotado, está de pie sobre ella, con su entrepierna colgando baja y pesada. El rostro de la chica patinador es una máscara de éxtasis mientras la golpea sin descanso.